Haga click para agrandar la imagen Optar por dejar al bebé al cuidado de un desconocido (o no) o anotarlo en un maternal es una de las cuestiones más difíciles que les toca afrontar a los papás. Qué hay que tener en cuenta al momento de decidir. Para una madre, uno de los momentos más difíciles que plantea la crianza de los hijos es volver al trabajo luego de los meses de licencia que gozan por el nacimiento. Es en ese tiempo cuando deben decidir si los chicos quedan al cuidado de un familiar, de una niñera o si es mejor anotarlo en un jardín maternal. “Soy mamá de una nena de trece meses. Tuve tres meses de licencia por nacimiento y me tomé, además, diez sin goce de sueldo, para poder estar más tiempo con la beba”, cuenta Fernanda. Y sigue: ”Luegho tuve que volver a trabajar y optar por jardín o niñera en casa fue una de las decisiones más difíciles y de las más charladas con mi marido”. A la mayoría de las madres que trabajan les pasa lo mismo y no hay licencia ni vacaciones ni meses sin goce de sueldo que alcancen; en algún momento deben escoger entre dejar al bebe al cuidado de una persona en el propio hogar o anotarlo en una guardería. “Durante un tiempo contraté a una chica para que cuidara a mi bebé y también hiciera algunas tareas domésticas, pero con el tiempo me di cuenta que no había sido lo mejor. Ella cumplía con los que haceres del hogar, pero no fue lo que esperaba en cuanto al cuidado del nene”, cuenta Marcela, mamá de Santiago. ¿Por qué? “No jugaba con él y creo que no lo estimulaba”, responde. “El problema surgió cuando tuve que decidir si contrataba a otra persona o llevaba a Santi a una guardería, con tan solo ocho meses”, señala. (...) Sea una alternativa u otra, la tarea de los papas consistirá en estudiar y controlar que la niñera sea la persona correcta, tenga experiencia y buen trato con los chicos o que el jardín se encuentro habilitado, cuente maestras capacitadas para el trabajo con nenes chiquitos y cumpla con todas las medidas de seguridad necesarias. ¿Qué es mejor? Ninguna de las dos alternativas es mala y la elección de una u otro depende siempre del tipo de crianza que los papás quieran para sus hijos. Sabemos que en casa estarán rodeados de sus juguetes y tendrían atención exclusiva, pero también estamos al tanto de que el contracto con otros niños facilita la sociabilización y estimulación, además de fomentar su autonomía. Para ambas opciones hay detractores y defensores, lo importante es analizarlas y decidir cuál sería mejor para el bebé. Paula Coello
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